Goteras en una cubierta no transitable

Goteras en una cubierta no transitable

Según una página de Internet, en 2011 las empresas aseguradoras contabilizaron que se producía un incendio industrial cada 29 minutos. Podemos imaginarnos los daños económicos que estos incendios causaron a las empresas damnificadas. Pero los incendios no son la única causa de pérdidas graves para las empresas que cuentan con naves industriales. Tormentas acompañadas de fuertes vientos, nevadas inesperadas, accidentes con carretillas elevadoras…

Algunos de estos accidentes son inesperados (como pudiera ser una nevada que deposita cuarenta centímetros de nieve en el techo de una nave en poco tiempo), otros se deben  a la baja calidad de los materiales utilizados en su construcción. También está el caso de las imprudencias de los operarios (quizás al manejar maquinaria dentro de los recintos), defectos en la instalación eléctrica que surgen por el paso del tiempo o un mal mantenimiento. Estos últimos son accidentes que se pueden evitar. Pensemos en las goteras en naves industriales. Esta situación puede deberse a que los elementos de impermeabilización que se utilizaron en la construcción de la nave se han ido deteriorando con el tiempo. Cuando observamos las primeras goteras, es el momento de solucionar el problema. Las goteras en una cubierta no transitable, como pueden ser las de ciertas naves industriales, requieren de un equipo especializado en impermeabilizaciones. Las goteras en una cubierta no transitable se deben a diversos factores en función de los elementos que la componen. No es lo mismo una cubierta plana con protección de grava que una cubierta deck, que además cuentan con algo de inclinación. En algunos casos habrá que repasar la tela asfáltica hasta encontrar el lugar por el que se está filtrando el agua y repararla o cambiarla y en otros lo que se deberá cambiar serán las placas prefabricadas que conformen la base de la cubierta. Tengamos la cubierta que tengamos, las goteras en una cubierta no transitable deben ser corregidas lo antes posible. De no hacerlo así, los elementos que haya en el interior de la nave pueden verse afectados (ya sean elementos que están almacenados o material de oficina, como ordenadores, que pueden verse afectados por el agua que cae del techo), y generar pérdidas que, estas si, podrían haberse evitado.